sábado, 16 de agosto de 2008

PARAGUAY LUGO ASUME EL GOBIERNO PARAGUAYO

PARAGUAY
[Diariodeurgencia] RESUMEN LATINOAMERICANO 1088

Lugo asume el gobierno paraguayo
y pone fin a 61 años de hegemonía del Partido Colorado
Promete Lugo combatir con ideales socialistas la corrupción y la pobreza

Fernando Lugo, un ex obispo católico adherido a la corriente de la
teología de la liberación y sin experiencia política, tomó posesión hoy de
la presidencia del país con la promesa de utilizar sus ideales socialistas
para combatir la alta corrupción y la pobreza que azota a 40 por ciento de
losparaguayos.
La investidura del nuevo mandatario, quien gobernará hasta 2013, ocurrió
en una plaza del Congreso, durante un acto público que congregó a 15 mil
personas que coreaban “Lugo presidente, el pueblo en el poder”.
Muchas familias jóvenes con niños, sindicalistas, campesinos llegados de
diferentes partes del país, indígenas, religiosos, ancianos y grupos
folclóricos se reunieron en el lugar para escuchar las primeras palabras
del presidente que fue sacerdote durante 30 años.
El mandatario saliente Nicanor Duarte entregó los atributos presidenciales
dentro de la sede legislativa y al abandonarla fue abucheado por la
muchedumbre.
Con la llegada al poder de Lugo –quien recibió dispensa del Vaticano para
ejercer la presidencia con la posibilidad de regresar al episcopado–
terminan 61 años de hegemonía del derechista Partido Colorado, 35 de ellos
bajo la dictadura de Alfredo Stroessner.
Vestido con camisa blanca con cuello tipo Mao y sandalias, con sus
infaltables anteojos y barba entrecana, Lugo juró “cumplir y hacer cumplir
la Constitución” ante el presidente del Senado, Enrique González Quintana.
“Hoy termina un Paraguay exclusivo, un Paraguay segregacionista, un
Paraguay con fama de corrupto. Hoy se inicia la historia de un Paraguay
cuyas autoridades serán implacables con los ladrones del pueblo”, dijo
Lugo en su discurso tras la juramentación.
Durante su alocución que duró 45 minutos, el nuevo mandatario defendió su
creencia cristiana y aseguró al derramar algunas lágrimas que “este laico
estará eternamente agradecido a la Iglesia católica y seguirá profesando
su fe”.
Lugo citó los nombres del brasileño Leonardo Boff y el peruano Gustavo
Gutiérrez Merino, considerados los representantes más destacados de la
teología de la liberación, corriente de la Iglesia católica que surgió
después del Concilio Vaticano II.
El nuevo gobernante recordó el paisaje social que lo llevó a inclinarse
por el sacerdocio en una Iglesia comprometida con los excluidos de este
país, donde más de 40 por ciento de sus 6.1 millones de habitantes vive en
la pobreza.
Aseveró que impulsará una educación “para el cambio social con una
irrestricta defensa de los derechos humanos” que le permita al país tener
una economía sustentable con equidad y afrontar los fenómenos mundiales
que regulan el mercado.
Con una popularidad récord de 97 por ciento, Lugo es el 47 presidente
constitucional de Paraguay, el sexto desde la caída de la dictadura y el
primero en la historia del país que recibe pacíficamente el poder de un
partido a otro de signo político diferente en una nación caracterizada por
golpes, cuartelazos y guerras civiles.
La ceremonia contó con la presencia de los presidentes Cristina Fernández,
de Argentina; Luiz Inacio Lula da Silva, de Brasil; Tabaré Vázquez, de
Uruguay; Michelle Bachelet, de Chile; Rafael Correa, de Ecuador; Manuel
Zelaya, de Honduras, y Ma Ying Jeou, de Taiwán, además del príncipe Felipe
de Borbón de España.
En el contexto de un plan de austeridad y transparencia con que empezará
su gestión presidencial, Fernando Lugo renunció a su salario y exhortó a
los líderes políticos a que lo imiten. “Los pobres necesitan más que yo”,
afirmó.
Uno de sus grandes desafíos será generar los puestos de trabajo que
prometió, en una economía dependiente de sus exportaciones de soya y carne
que no posee un aparato industrial sólido.
También deberá imponer su autoridad para evitar que la heterogénea alianza
que lo llevó al poder se resquebraje por las diferencias políticas que la
cohabitan.
Para lograr aumentar los ingresos del Estado, Lugo, de 57 años, buscará
renegociar al alza con Argentina y Brasil los precios de la electricidad
en dos represas hidroeléctricas binacionales, un acuerdo que promete ser
complicado.
Lugo escogió un gabinete económico moderado y se mostró proclive a abrir
las empresas estatales al capital privado en un modelo mixto de gestión.
Otro frente de tormenta se sitúa entre los campesinos sin tierra, que
exigen el cumplimiento de la promesa electoral de una reforma agraria
integral.
La Organización Nacional Campesina de Paraguay, por ejemplo, dijo que en
los próximos 100 días no realizará tomas de tierras.
Además, el ex sacerdote tendrá que lidiar con la corrupción, inseguridad,
desempleo y migración.
El nuevo líder del Ejecutivo fue catapultado por la coalición de diversos
orígenes partidarios llamada Alianza Patriótica para el Cambio, que no
logró mayoría propia en el Congreso y ganó las elecciones el pasado 20 de
abril.

No hay comentarios: